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EL MEDITERRÁNEO NOROCCIDENTAL DECLARADO ZONA DE PROTECCIÓN DE LAS BALLENAS AMENAZADAS POR LAS COLISIONES CON BUQUES

EL MEDITERRÁNEO NOROCCIDENTAL DECLARADO ZONA DE PROTECCIÓN DE LAS BALLENAS AMENAZADAS POR LAS COLISIONES CON BUQUES
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Por la Organización Marítima Internacional (OMI) en Londres

EL MEDITERRÁNEO NOROCCIDENTAL DECLARADOZONA DE PROTECCIÓN DE LAS BALLENAS

AMENAZADAS POR LAS COLISIONES CON BUQUES

COMUNICADO DE PRENSA

  • Su objetivo primordial es reducir la principal causa de mortalidad de cachalotes y rorcuales comunes en esta zona de intenso tráfico marítimo: las colisiones con los barcos.
  • OceanCare aplaude la decisión como un primer paso positivo para la protección de las grandes ballenas, pero considera que para asegurar su eficacia la medida aprobada de reducción de velocidad debería haber tenido carácter obligatorio.

El Comité de Protección del Medio Marino (MEPC) de la Organización Marítima Internacional (OMI), agencia de las Naciones Unidas encargada de regular el transporte marítmo, ha decidido declarar definitivamente, a propuesta de España, Francia, Italia y Mónaco, la región del Mediterráneo Noroccidental como Zona Marina Especialmente Sensible (ZMES) con el objetivo de reducir las colisiones de los barcos con las grandes ballenas (cachalotes y rorcuales comunes), que aún habitan en esta zona de intenso tráfico marítimo. (ver mapa al final del comunicado)

La designación de esta ZMES viene acompañada de un reconocimiento explícito por parte de la OMI de que las colisiones con barcos son la principal causa de muerte inducida por el ser humano para los rorcuales comunes y cachalotes en esta parte del Mediterráneo. El movimiento de buques en esta zona es muy elevado, del orden de 220.000 al año, con velocidades medias de entre 14 y 20 nudos en el caso de los buques mercantes o incluso de hasta 35 nudos en el caso de las embarcaciones de alta velocidad.

"La OMI ha dado un primer paso significativo en la dirección correcta al aprobar de forma definitiva la designación de una Zona Marina Especialmente Sensible en estas aguas de gran valor ambiental, pero la medida de reducción de la velocidad de los barcos incluida en su propuesta debería haber tenido carácter obligatorio para asegurar su eficacia en la reducción del riesgo de colisiones letales con las grandes ballenas", declaró Nicolas Entrup, Director de Relaciones Internacionales de la organización de protección marina OceanCare.

Los conocimientos científicos sobre la distribución y el uso del hábitat de estos grandes cetáceos han llegado a la conclusión de que en esta parte del Mediterráneo aún es difícil predecir las zonas en las que estos mamíferos están presentes en un momento dado, por lo que la opción de que los buques desvíen sus rutas para evitar colisionar con ellos no es factible en este caso. Por lo tanto, sólo hay una medida demostrada para reducir el riesgo de colisiones mortales: reducir la velocidad de los buques.

De hecho, en noviembre de 2021, el Comité Científico del Acuerdo sobre la conservación de los cetáceos del mar Negro, el mar Mediterráneo y la zona atlántica contigua (ACCOBAMS) adoptó una recomendación en la que se subraya que "cuando no es posible establecer rutas para mantener separadas a las ballenas de los buques, la única medida demostrada para reducir las colisiones mortales con la mayoría de las grandes ballenas es la reducción de la velocidad". En su reunión de 2022, el Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) llegó a la misma conclusión.

En diciembre de 2022, todos los Estados de la cuenca mediterránea acordaron en una reunión del ACCOBAMS (Resolución 8.17): "promover la aplicación de reducciones de velocidad de los buques (por ejemplo, navegación lenta) como medida operativa que redunde en múltiples beneficios medioambientales, incluida la reducción del ruido submarino y de las emisiones de gases de efecto invernadero, así como del riesgo de colisión con los buques, y promover tales medidas en el contexto de la propuesta de Zona Marítima Especialmente Sensible en el Mediterráneo Noroccidental".

El impacto de las colisiones de buques es ahora reconocido internacionalmente como una amenaza importante para los cetáceos, especialmente a medida que el tráfico marítimo, el tamaño y la velocidad de los buques continúan aumentando. Las colisiones implican a una amplia variedad de buques, y el riesgo de colisión aumenta con la velocidad del buque (al igual que la gravedad de las lesiones para el animal).

Los mejores datos científicos disponibles indican que la probabilidad de que una colisión tenga un efecto letal en una ballena es muy reducida cuando la velocidad del buque no supera los 10 nudos.

Medidas de protección aprobadas para la ZMES

Las medidas de protección aprobadas deberán aplicarlas todos los buques mercantes y yates de recreo de arqueo bruto igual o superior a 300 toneladas, aunque son de carácter meramente recomendatorio. No se aplicarán a ningún buque de guerra ni a otros buques gubernamentales explotados con fines no comerciales.

Así, se plantea que: “Los navegantes deben navegar con especial precaución dentro de la ZMES del Mediterráneo noroccidental, en áreas donde se detecten o se informe de la presencia de cetáceos grandes y medianos, y reducir su velocidad a entre 10 y 13 nudos como reducción voluntaria de velocidad (VSR). Sin embargo, debe mantenerse una velocidad segura, de modo que puedan tomarse medidas adecuadas y eficaces para evitar la colisión y cualquier posible impacto negativo en la maniobrabilidad del buque”.

Para OceanCare: “Sólo adoptando con carácter obligatorio una medida de reducción de la velocidad de los barcos se lograría proteger eficazmente a las grandes ballenas al tiempo que se crearía un marco de igualdad de condiciones para todas las compañías navieras", afirmó Carlos Bravo, representante de OceanCare en España, quien asiste presencialmente en Londres a la reunión del MEPC de la OMI.

La propia Resolución de MEPC de la OMI para la designación de la ZMES reconoce que “la población de ballenas ha sufrido colisiones con buques en la región y por lo tanto la población de cetáceos está en riesgo. Sin medidas de protección asociadas para mitigar el riesgo de colisión dentro del perímetro de la ZMES, es de esperar una disminución de las poblaciones de cetáceos medianos y grandes. La aplicación de una estrategia de reducción de la velocidad permitirá una disminución significativa de la probabilidad de colisión y de lesiones mortales relacionadas con la fauna”.

Descripción del área incluida en la ZMES

La propuesta de ZMES del noroeste del Mediterráneo comprende las aguas entre Valencia y Génova, definidas por los investigadores de cetáceos como un hábitat crítico para los rorcuales comunes y los cachalotes, e incluye áreas de extremado valor ambiental. Entre ellas destacan

  • el Corredor de Migración de Cetáceos del Mediterráneo, localizado entre la costa de Cataluña y Valencia y las Islas Baleares, declarado Área Marina Protegida por el Gobierno español y Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM) por el Convenio de Barcelona,
  • el Santuario de Cetáceos de Pelagos, en el mar de Liguria,
  • las Áreas Importantes para los Mamíferos Marinos (IMMA) llamadas “Plataforma del Golfo de León” y “Sistema de Taludes y Cañones del Mar Mediterráneo Noroccidental”.

Además de rorcuales y cachalotes, la ZMES del Mediterráneo noroccidental es frecuentada por varias especies de cetáceos, de las cuales, están presentes regularmente durante todo el año, además de las dos anteriores, otras seis: zifios de Cuvier y calderones tropicales, calderón gris, delfín mular, delfín listado y delfín común.

La importancia de esta zona para los rorcuales comunes es evidente: la abundancia estimada de esta especie dentro de la ZMES representa alrededor del 67% de toda la población mediterránea, según datos recientes de ACCOBAMS, publicados en 2021. En cuanto al cachalote, en comparación con la estimación total del Mediterráneo de unos 1.400 individuos, una estimación publicada en 2017 realizada en la mitad de la ZMES propuesto (todo el Santuario de Pelagos y aguas francesas) era de entre 300 y 600 individuos, con números más altos en invierno.

Desde mediados de los años noventa hasta mediados de los años 2000, el Mar Mediterráneo ha experimentado un aumento del 58% de la capacidad de tráfico marítimo, unido a un incremento del 30% del tamaño de los buques desde 1997. Se espera que el transporte marítimo en la cuenca mediterránea aumente en los próximos años, tanto en número de rutas como en intensidad, especialmente en relación con la ampliación del Canal de Suez.

Las colisiones de los barcos con estas grandes ballenas contribuyen de forma significativa a la continua disminución de la abundancia de individuos de estas dos especies, y se corre el riesgo de que acaben por hacerlas desaparecer de la región. De hecho, las subpoblaciones de rorcuales comunes y de cachalotes en el Mar Mediterráneo están clasificadas como en peligro de extinción en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), y recientemente se ha calculado que la población de rorcuales comunes es de solo unos 1.800 animales maduros, la mitad de lo estimado previamente.

FIN DE COMUNICADO

Para más información, póngase en contacto con:

  • Carlos Bravo, Ocean Policy Expert de OceanCare, quien asiste presencialmente en Londres a la 80ª reunión del MEPC: +34 626 998 241 / cbravovilla@oceancare.org
  • Nicolas Entrup, Director de Relaciones Internacionales de Oceancare: + 43 660 211 9963 / nentrup@oceancare.org

Mapa de la ZMES del Mediterráneo noroccidental (Fuente: SHOM): Comprende el área marina comprendida desde la costa de los países involucrados (España, Francia, Italia y Mónaco) hasta la línea roja.

NOTAS

La disminución de velocidad de los buques tiene diversos beneficios ambientales. Está demostrado que, entre las diversas medidas operativas disponibles, la reducción de la velocidad es la forma más rentable de reducir el impacto medioambiental del transporte marítimo, permitiendo reducir, de forma muy significativa y con efecto inmediato, las emisiones de gases de efecto invernadero y de contaminantes atmosféricos como los óxidos de azufre (SOx), los óxidos de nitrógeno (NOx) y el carbono negro, así como el ruido submarino. A este respecto, los datos científicos muestran que una disminución del 10% de la velocidad de los barcos en toda la flota mundial podría reducir el ruido del transporte marítimo en un 40%.

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OceanCare, Gerbestrasse 6, CH-8820 Wädenswil
Tel +41 44 780 66 88,  presse@oceancare.org, www.oceancare.org